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Foto del escritorCes Heredia

Sobre amor propio, ansiedad y otros fantasmas.

Actualizado: 10 mar 2020


He intentado escribir este post por casi dos meses... Empecé el borrador en septiembre y originalmente lo pensaba publicar en Halloween, porque pues, fantasmas (insert shrug emoji), pero a decir verdad, no me había atrevido a terminarlo. Escribo borrador tras borrador en Evernote, en mi cuaderno, en mi app de notas, pero no me atrevía a poner orden a todo esto.

Desde hace años, para mi era normal escuchar que mis papás me dijeran "es que comes por ansiedad", equiparando la palabra ansiedad con estrés. Pensaba que mi falta de sueño constante, mi inhabilidad para tomar desiciones, mi estrés excesivo por cosas como tener que hablar por teléfono para pedir una pizza y mi incapacidad para dejar ir mi enojo o mis preocupaciones eran algo en lo que tenía que trabajar para poder cambiar, "falta de madurez", como me lo dijeron mis papás muchas veces.

Para mi, cosas como que alguien me invite a salir sin haberlo planeado una semana antes (por lo menos) me lleva a un hoyo negro de preocupación. Mi cerebro corre a mil por hora intentando averiguar desde que ropa usar (mi pantalón negro favorito, pero no puedo usarlo porque tiene una mancha - si, el negro se mancha- y no voy a ir a un first date con ropa manchada, que oso. Va a pensar que no tengo ropa bonita, y me va a juzgar y no va a querer salir conmigo otra vez...) hasta que calle tomar para llegar más rápido (están construyendo en Faja de Oro, siempre hay tráfico, pero en la Av. Hidalgo hay mil semáforos y me voy a tardar más. No manches que pena hacerlo esperar, voy a tener que salir 2 horas antes cuando el lugar está aquí a tres cuadras. ¿Y si no encuentro estacionamiento? Me voy a tener que parar en el Oxxo de al lado...). Me gusta tener el control de todo, saber exactamente qué y cómo van a suceder las cosas. Eso de ser espontánea no me funciona muy bien... No leo un libro sin leer las últimas 10 o 15 páginas primero, no importa que no tenga el contexto. Cuando voy al cine, busco spoilers y si puedo la sinopsis completa de la película para poderla ver y disfrutar en paz. Hasta mis cambios radicales de look son más o menos en las mismas fechas. Siempre.

Obviamente hay situaciones que no están dentro de mi control, por ejemplo, el comportamiento de otros. El sentimiento que me causa tener que abrirme y mostrar todo mi ser a alguien nuevo cuando intento entablar una relación (de cualquier tipo, pero principalmente amorosa) me aterra. Confío muy fácil en la gente, pero no confío en cualquiera. Busco siempre el mismo "tipo" de personas, cosa que últimamente no me ha funcionado tan bien que digamos (2019, me urge que te acabes). Siempre es lo mismo (me gusta, le gusto, hablamos,, salimos, me ghostean). Se imaginan el golpe que esto es a mi autoestima y a mi amor propio, ¿no? Lo peor del caso es que si, elijo puro idiota, cobarde por el que no debería gastar mi tiempo teniendo ataques de ansiedad... Pero ese es mi problema, precisamente. Que en mi afán de no salir de mi zona de confort tan "segura" yo los elijo. Yo solita me doy en la madre una y otra vez.

Me alzo el cuello hablando de amor propio, de amar mi cuerpo, mis capacidades y mi talento cuando yo misma a veces olvido que debo romper los patrones negativos que me llevan a exacerbar mi ansiedad y caer de nuevo en un círculo vicioso. A veces olvido que amarme a mi misma implica aprender a hacerle caso a todas las señales de alerta en mi cabeza y a escuchar a esa vocecita que me dice "no seas pendeja, vas a salir llorando otra vez". Es más fácil echar la culpa a S, A o R de hacerme sentir tan chiquita, cuando la que les dio entrada a mi vida (a algunos más de una vez) fui yo misma. Eso también es amor propio. Recordar lo mucho que valgo y lo mucho que soy, recordar que mis patrones de conducta actuales no siempre me llevan al mejor de los resultados y que más temprano que tarde debo cambiarlos. Es bien fácil hablar del amor propio, y a decir verdad aprender a amar mi cuerpo (si, con todo y lonjas, estrías y mi ojo chueco) fue bastante fácil. Ahora, aprender a no sabotearme constantemente, aprender a manejar mi ansiedad de manera sana y aprender a quererme con mis dos mil y una inseguridades... Eso si está más cañón.

Es una lucha constante dentro de mi. Hay días fáciles, días malos y días peores. Hay días que me siento invencible, y días en donde no me quiero ni parar de la cama por miedo a arruinar las cosas. Hay días que paso horas hablando con mis amigos (por desgracia ninguno vive cerca) y otros donde no quiero saber nada de nadie. Hay días en los que extraño ir a terapia y días en los que digo ¿para qué? (¿cómo que para qué? Pues para poder mejorar este desmadre que traes, mijita, para eso.), yo puedo sola. Spoiler alert: No, no puedo sola.

A fin de cuentas, soy quien soy y punto. Gracias a terapia (y a varios de mis amigos psicólogos que no me cobran las "consultas") ahora entiendo que mi ansiedad no es solo estrés; es más que eso. No se va a ir a ningún lado, pero al menos ya sé que cuando no pueda pedir una pizza por teléfono, o cuándo prefiera hablar por WhatsApp con alguien que me gusta un mes antes de salir por primera vez, no es que esté mal, ni que sea inmadura. Solo es que mi cerebro funciona de manera diferente. Aprender a controlar mi ansiedad y enfocarla de manera positiva y sana es mi propósito del 2020. No hay self-love sin self-care, y no puedo cuidar de mi misma como debo si no hoy honesta conmigo misma y aprendo a conocerme bien.

Xo,

C.



 

On Self-Love, Anxiety and Other Ghosts


I've tried to finish writing this post for a few weeks now... I'd originally meant to post it on Halloween, 'cause you know, ghosts (insert shrug emoji), but truth be told, I haven't really been able to get it done. I start numerous rough drafts on Evernote, on my notebook and my Notes app on my phone, but I wasn't quite brave enough to make it to the end.


Even as a little girl, it was common for me to hear my parents say things like "you're eating because you're anxious" whenever they felt like I was either eating too much, or under too much stress. I used to think my constant lack of sleep, my inability to make decisions quickly, my excessive stress over rather insignificant things like making phone calls to order food, and my utter incapacity to let go of certain feelings and move on with my day meant that I was either too immature or doing something wrong. The fact that this feelings were reinforced at home by my parents and other adult family members (though probably not on purpose), made me grow up with a deep sense of "something is wrong with me".


Even nowadays, things like someone asking me out to the movies without having planned it a week in advance sends me into a spiral of thoughts and worries racing through my mind. From what clothes to wear (I'd wear my favorite black pants, but they have a huge stain and are in the dirty laundry basket. -Yes, black clothes get dirty- I can't wear satined clothes on the first date. They will probably judge me and want nothing more to do with me.) to what route to take while driving there (The fastest route has construction going on all over it, so there will be traffic, I can't take that one, I'll take to long to get there. The alternative is the main avenue but it's filled with stoplights so I'll be stuck in those for a long time as well. Oh gosh, what if I can't find parking? Last time I was there parking was a nightmare! I might as well not go.) I like having control over things; knowing exactly how and when they will happen.


Spontaneity is... not my thing. I can't read a book without reading the last 10 or 15 pages first, never mind that I'll have no context. Anytime I go see a movie, I need to look for spoilers, preferably those that reveal the big plot twists, that way I can enjoy the movie in peace. Even my radical look changes are around the same time every year. Big cuts and hair color changes, on November. Maybe December...


Obviously I know there are situations that are beyond my control, especially when it comes to dealing with other people. I can't even begin to explain the level of panic that I feel anytime I have to interact with strangers and establish any sort of relationship (especially the love/dating kind). I trust easily, but I don't trust everybody. I tend to look for the same "type" of people, same type of friends, same type of boyfriends, same type of mentors and let's just say that recently that hasn't worked out so well for me (2019, I'm so glad you're almost over!)


It's always the same: I like someone, we talk, we date a little, they ghost me. Can you imagine what this constant pattern does to me and my self-esteem? The worst part here is that, while yes, I am picking cowardly idiots who can't simply say "thanks, but no thanks", it's me that is picking them. My need for control and predictability is leading me down a path of never-ending heartbreak and getting me farther and farther away from my goals.


I love writing about self-love, loving my body and my capabilities and my talents, but I sometimes forget that breaking my own toxic patterns is part of that self-love that I always preach. I tend to ignore the red flags and that little voice in my head saying "you're being an idiot, you're going to end up crying again". It's easier to blame S, A or R for making me feel so small instead of acknowledging that it was me who let them into my life (some of them more than once). That is also self-love. Remembering how much I'm worth and how my toxic behavioral patterns aren't exactly leading me to the best results, and thus need an extreme makeover ASAP is, in my opinion, one of the best ways to love myself.


It's easy to talk about loving my body (because yes! I love my fat, stretch mark filled body! Take that, haters!) That was the easy part... Learning how to not self-sabotage myself and how to channel my anxiety in a healthy, or at least in a less harmful, way is the next step. And let me tell you... It's a constant battlefield inside me. There's good days, there's bad days and there's worse days. Some days I'm a social butterfly and others I can't even stand myself. Some days I'm invincible and other's I'm afraid I'll fuck things up as soon as I leave my bed. Some days I think I can do this alone, others I'm humble enough to admit that I need therapy. (Spoiler alert: we could all benefit from therapy).


At the end of the day, I am who I am. Thanks to therapy and my psych-major friends who are willing to not charge our coffee dates as actual therapy sessions I now understand that I am not just "stressed". It's a bit more than that, and it's not going anywhere. I guess at least now I know that not being able to call and order a pizza is not me being immature. It's just my brain working in a different way than other people's.


Learning to control my anxiety and focus it in a healthier, more positive way is my main goal for 2020. There is no self-love without self-care, and there is no self-care without brutal self honesty.

Xo,

C.

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