Si le preguntan a cualquier mujer sobre su primer recuerdo de la menstruación, probablemente tendrán una respuesta tipo “no sabía que estaba pasando”, “pensé que me iba a morir, solo vi sangre” o “corrí a decirle a mi mamá”(bueno, en mi caso, yo corrí a decirle a mi papá… larga historia para otro día). Para mi, fue a los 13. Si, el día de mi cumpleaños número trece. ¡Feliz cumpleaños, morrita! Ya eres una “mujer” y puedes tener hijos. Olvídate de usar pantalones blancos durante la mitad del mes. Bienvenida al mundo de tampones, cólicos, toallas sanitarias; un consejo: el ibuprofeno es tu nuevo mejor amigo.
En general, que “nos baje” no suele ser una experiencia del todo agradable. Si físicamente es incomodo estar sangrando constantemente unos cuantos días cada mes, también es muy incomodo vivir en una sociedad que aún ve la menstruación como algo penoso, que hay que esconder. Siempre buscaba esconder mis toallas o tampones, o cubrir con mi sudadera el hecho de que accidentalmente manché mis pantalones (blancos, porque siempre son los blancos) de sangre, o pedirle casi en secreto a tu compañera del salón que te acompañe al baño… Tocar el tema, a veces hasta dentro de nuestras mismas familias, es súper tabú en muchos casos. En mi vida me imaginaría platicando con mi abuela o mis tías sobre estos temas. ¿Está raro, no? Entiendo el porque querer “esconder” de los hombres (aunque no comparto) ¿pero que entre mujeres no podamos hablar libremente del tema? Es horrible.
¿Por qué tanta vergüenza? Es más, todos estamos aquí precisamente porque a una mujer le bajaba. ¿Entonces, cual es el problema? Nos han enseñado desde chiquitas que nuestro cuerpo es malo… Que provoca pasiones, que debemos esconderlo y sentirnos avergonzadas de lo que es o de cómo es. Nos han enseñado que estamos “sucias” todo el tiempo (literalmente, los judíos más religiosos consideran a las mujeres en sus días como “impuras”) ¡Como si no fuera algo completamente natural!
Me costó mucho trabajo perder el miedo a hablar abiertamente sobre la menstruación y el sangrado como algo normal y cotidiano, pero al final logré hacerlo. En gran parte le debo eso a tres cosas: la primera, en haber tenido la suerte de crecer en una casa donde temas como sexo, menstruación, alcohol, drogas y cualquier tema controversial se habla abiertamente. La segunda, es el haber estado en una escuela en donde al menos la mitad de la prepa, estuve en salones en los que éramos solo mujeres. Gracias a eso, aprendí que escuchar “oigan, ¿alguien tiene un tampón que me regale?” es de lo más normal. Era muy cómodo, así que después de eso, los hombres de mi alrededor se tuvieron que acostumbrar… La tercera cosa que me ayudó a ver mi menstruación como algo normal y con cero vergüenza fue estar en un ambiente creativo y abierto como fue mi universidad. Vivir constantemente rodeada de gente que utilizaba todos esos tabús para crear arte y que hablaba abiertamente de cosas que no solemos hablar en público me ayudó a darme cuenta que mi cuerpo no es razón para avergonzarme. Ningún aspecto de él.
Rupi Kaur // Period.
Hoy en día hablo del tema como si nada y con quien sea. Es más, he llegado al punto de usarlo como filtro para nuevas amistades o parejas. Suelo sacar el tema de alguna u otra forma en la conversación, y si me piden que no hable de “ese tipo de cosas” simplemente no les hablo más. ¿Para qué? Estamos en 2019. Creo que ya va siendo hora de que dejemos de ver los cuerpos de las mujeres como algo asqueroso, que deba dar pena o que deba ser escondido. Habiendo mejores cosas que criticar (no sé, como el alto número de feminicidios en México, o a aquellos extranjeros que constantemente hablan mal de nuestro país, o la corrupción, o el cambio climático, o la gente que no usa la luz direccional cuando va a dar vuelta), ¿por qué insistimos en criticar a las mujeres y las funciones naturales de estos?
Ahora nos toca a nosotros hablar del tema, así, sin pena. Nos toca enseñar a nuestros hijos e hijas (o sobrinos, nietos, primos...) que la menstruación es algo normal y nada de qué avergonzarse. Que una mancha roja en un pantalón no es símbolo de vergüenza, sino de que hay algo funcionando de manera correcta en el cuerpo de una mujer, y de que algún día, si ella así lo decide, podría llegar a crear una vida nueva. Que comprar tampones, toallas o copas menstruales en el súper es una actividad cotidiana (muy cara, por cierto, pero ese es otro tema) igual que ir por jamón o pasta de dientes. Que sangrar como mujer una vez al mes por un par de días es normal y hablar del tema es normal.
Xo,
C.
On Bleeding, Periods and Shame.
You can ask around with your female friends, most will tell you their first period experience was rather traumatic. It's either "I just saw blood on my undies and thought I was going to die", or "I ran to tell my mom". In my case, I ran and told my dad, who promptly sent me over to my mom... Long story short, my first "gift" on my thirteenth birthday was the gift of womanhood. Sorry, no gift receipt here. Welcome to the world of tampons and cramps. Meet your new best friend, Ibuprofen.
Generally speaking, getting your period isn’t exactly the most pleasant of experiences. The physical pain and discomfort we go through is already annoying enough, the fact that we still live in a society that views menstruation as something shameful and dirty is ridiculous. As a teenager, I remember trying to hide away my pads and tampons, or using a jacket (because we always carry around a jacket on those days, never mind that it’s over 100 degrees outside) to cover the red stain on my white pants. Yes, it’s always when you’re brave enough to wear white. Even now, speaking about the issue is still a taboo in many households, even when every single female-born woman we know goes through it or has gone through it. It’s weird, right? I mean, I get why some try to “hide” it from men (although I don’t share those views) but from other women? I don’t get it…
Why are we subject to such shame over it?! We all came from a woman who bled monthly and had to deal with menstruation. It’s a natural part of life and a natural function of the female body! But much like pretty much anything else related to the female body, we have been taught that it’s shameful, wrong or dirty. We’ve been taught that our bodies provoke the actions and passions of men, so we must hide it. We have been taught that our bodies are dirty (literally, the more religious Jewish men will not touch women other than their wives because they can never be sure when they are “impure” and when they’re “clean”).
It took a lot for me to come to terms with the fact that bleeding and menstruation are a natural part of my body, and to let go of the shame that came with talking publicly about it. I owe this mainly to three things. First, I had the luck of being born in a house where sex, periods, alcohol and any other controversial subject could be openly talked about (things have since changed, but back then conversations were easier at home). Second thing is having been in a Catholic school, where at least half of my time in High School I was in an all-girls environment. I learnt that randomly saying “Hey, anyone have an extra tampon?” is a normal, okay thing to say. After that, men around me simply had to get used to me doing that. The third and last thing that helped me let go of the period shame was being in such an open environment in college. Design school helped me appreciate the human body and it’s many, many capabilities as art, or as a medium to create art. Hanging out with open-minded, creative humans that used those very taboos typically used to oppress us as a creativity source helped me understand that bleeding out of my vagina for a few days a months is nothing to be ashamed about.
Nowadays I’ll speak about periods with pretty much anyone. It has in fact become a tool for weeding out dates or friendships. I’ll casually talk about periods or cramps, and if the answer I get is anything remotely like “don’t talk about that, that’s women’s private stuff”, I’ll simply stop talking to this person. Why? Because it’s 2019! It’s about damn time we stop seeing women’s bodies as gross and shameful. Especially when there are more important things to be ashamed about (how about the high number of feminicides? Or climate change? Or how corrupt our country is?) Why do we insist on criticizing women and their bodies for something that is natural?
Now it’s our turn to talk about this. No shame, no taboos. It’s our turn to show our kids and nieces and nephews that menstruation is a (yes, rather uncomfortable) part of life. It’s our turn to teach the little ones in our lives that a red stain on a white pair of pants is not a symbol of shame, but that something is working normally in a girl’s body. (Also, might be a good idea to teach them how to remove the stain, we all know it’s damn hard to take out!) It’s our turn to show those around us that buying tampons, or pads or menstrual cups is a day-to-day activity (a very expensive one, btw, but that’s a whole other story), same as getting milk or toothpaste. And that bleeding once a month for a few days is normal, and talking about it is not only normal but encouraged.
Xo,
C.