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  • Foto del escritorCes Heredia

Sobre Lonjitas Felices y Jeans Perfectos


En mi muy humilde opinión, hay cuatro prendas básicas que no deben faltar en el clóset de una mujer: una camiseta blanca, un vestido negro, una gabardina beige y unos buenos jeans. Suena fácil, por lo general son piezas que consigues con relativa facilidad en cualquier tienda de moda rápida… El problema, como suele ser costumbre, es cuando se trata de conseguir estos básicos para alguien de tallas extras. Es una batalla constante, entrada y salida de probadores en cuánta tienta se me cruce para intentar encontrar justo lo que necesito… Lamentablemente, rara vez salgo contenta.

Foto: Instagram. @CesHeredia_

Desde que tengo uso de razón, encontrar unos buenos jeans ha sido un problema para mi. Que si no hay mi talla, que si mi talla viene reducida, que si me queda de la cadera pero no de la cintura. Aún cuando encuentro unos que me gusten y me queden como quiero, es muy probable que sean carísimos y que mis muslos los asesinen en un par de meses. Es más, hasta los de marca más famosita han salido perdiendo en la guerra contra mis mustios y la fricción. Ni modo, es uno de las muchas realidades de ser mujer de tallas grandes. Pasé años (no es broma, ¡años!) intentando encontrar el corte, talla y marca que funcionaran para mi. Llegué al punto de dejar de usar jeans del todo por casi un año; empecé a optar por pantalones de vestir (que no me malentiendan, ¡me encantan!) y dejé de lado la practicidad de usar mezclilla a diario.

Pero casi como si hubieran escuchado mis constantes quejas silenciosas -y las no tan silenciosas- hace más o menos un mes me contactó una empresa mexicana que se dedica precisamente a eso: a la mezclilla. Casi lloro de felicidad. Me metí a sus redes sociales y su página web e inmediatamente me llamó la atención que las modelos en sus fotos no se parecían en nada a mi… ¿Sería acaso otra desilusión más? Debo admitir que mis expectativas no eran muy altas. Pocos días después llegó mi cajita de Paris Jeans con mis tres pares de pantalones que inmediatamente me probé. Yo obviamente pensaba que ni de chiste me quedarían, ¿cómo iba a ser posible, si se ven diminutos? Se imaginarán mi sorpresa cuando los pantalones no solo lograron contener mis sensuales lonjitas, sino que hacían que me viera tan bien, que ¡hasta parece que tengo pompas (si me conocen en persona, sabrán que D’os me bendijo con muchas cosas, pero al parecer llegué tarde a la repartición de pompas)!

Me quité los primeros y me probé los segundos, aún con un poco de miedo que tal vez hubiese sido un error. No, no había error. El segundo y el tercer par me quedaron a al perfección. Soy súper crítica con la ropa que compro o uso. He llegado a un punto en el que prefiero tener y comprar poco pero buscar mejor calidad y debo admitir que quedé totalmente sorprendida, de la mejor manera posible, con los productos que Paris Jeans maneja. Como aún tenía mis dudas, decidí ponerlos a prueba: los usé toda una semana, no solo para ir a mi trabajo y estar en la oficina, también los usé para la parte “ruda” del trabajo. Los estiré, jalé, torcí… Aguantaron de todo.

Aunque en esta ocasión la marca me regaló los pantalones, les aseguré que mi opinión sería cien por ciento honesta, y como pretendo cumplir mi palabra, aquí va lo que no me encantó. En primer lugar, algunos modelos no tienen bolsillos delanteros. ¿En qué mundo se les ocurre que es buena idea hacer pantalones de mujer sin bolsillos? ¡Son súper necesarios! Yo entiendo que esto aumenta el costo de producción, lo que aumenta el costo final, pero en serio, los bolsillos en los pantalones son algo por lo que yo creo que todas las mujeres están dispuestas a pagar un poquito más. Otra cosa que tampoco me encantó es que uno de los pares, al usarlo y después lavarlo destiñó muchísimo. No al grado de dejarlo pareciendo pantalón de estudiante de medicina, pero si lo suficiente como para manchar la bolsa que usaba ese día y para que el agua con la que se lavaron saliera azul. Hay algo que aún no decido si me gusta o no, pero hay ciertos modelos que son muy delgados. La tela de mezclilla es delgada, que en lugares como Tampico, con calores de 45 grados y humedad de 90% puede ser algo bueno, pero en general sigo casi esperando que se rompan (aunque tal vez es solo mi lado pesimista, hasta ahora las sorpresas han sido gratas).

Foto: Instagram. @PrsJeans

Al fin de cuentas, las cosas “negativas” no son lo suficientemente fuertes como para desenamorarme de la marca. Definitivamente tienen en mi una nueva clienta. Quedé muy gratamente sorprendida de que al fin una empresa mexicana se diera a la tarea de cubrir de esta manera las necesidades del mercado plus size en México. ¡Ya era hora! Los gringos les estaban comiendo el mandado…

Xo,

C.

*Si quieren conocer más de esta marca y sus productos, pueden buscar sus redes sociales. Facebook: @LaModeParisJeans o Instagram: prsjeans

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