¡Buenos días, alegrías!
Hoy me espera un largo día de limpiar mi clóset y deshacerme de todo lo que no uso, por tercera vez en lo que va del año. Va a ser un largo domingo…
Llevo casi 3 meses sin escribir, y siendo completamente honesta, se siente muy bien darme el tiempo de volver a hacerlo. Si me conocen bien, sabrán que escribir es una parte importante de quien soy, por lo que este pequeño espacio mañanero antes de adentrarme en el caos que es mi clóset me hace sentir de lo más relajada y lista para mi día.
Ilya Pavlov, 2017. // Unsplash.
La inactividad de estos últimos meses se debe, en parte, a que no he querido enfrentar muchas cosas que indudablemente tendría que enfrentar al momento de sentarme a escribir. En el momento en que mi cerebro se pone en modo de redacción, mi cabeza empieza a abrir un montón de puertas y compartimientos que requieren ser organizados y enfrentados (así como mi clóset) y que en cualquier otro momento se mantienen cerrados con candado.
En los últimos tres meses me han pasado muchas cosas, la mayoría buenas. Una de ellas fue el evento Diseñando México 32 que se llevó a cabo en mi bello puerto tropical. Si, mi ciudadcita va progresando. Ya escribiré más sobre el evento, que duró todo un fin de semana, pero hubo un suceso en especial que ha sido uno de los momentos más padres que he vivido este año, sino probablemente en los últimos dos o tres años. El evento es organizado por muchas personas, pero las caras del evento son Sara Galindo y Johann Mergenthaler. Para no hacerles el cuento muy largo, el día de la inauguración del evento, ya al final del coctél de bienvenida y después de estar pensando en si hacerlo o no por casi dos horas, decidí acercarme a Sara y presentarme. Básicamente le dije que me sentí identificada con sus palabras, ya que yo soy una de esas muchísimas personas en México que quiere trabajar en la industria, pero que por falta de confianza (de los demás o mia misma en mi propio talento) me ha dado miedo hacerlo. Le dije que escribo, y, así con muchos huevos, que soy buena en lo que hago. Así sin más me dio el contacto de una de las editoras de la revista Hola y me dijo “llámale, está buscando a alguien. No necesito ver tu trabajo, la gente con talento es la que normalmente tiene la confianza de acercarse.”
"La gente con talento es la que normalmente tiene la confianza de acercarse.”
-Sara Galindo.
Al final ese trabajo no se dio, pero ahora no solo tengo los contactos de dos mujeres importantes en la industria, también me sirvió para recordarme a mí misma que este tipo de oportunidades las tengo que buscar yo.
La segunda cosa que ha pasado durante mi período de ausencia, es que decidí planear mi primer viaje que haré 100% sola. Sí,he viajado con grupos a lugares que no conozco, en donde no entiendo el idioma. He viajado “sola” a lugares en donde tengo amigos a quienes acudir si pasa algo, y he viajado con mis papás, pero esta vez es diferente.
Sin duda visitar un lugar en donde hablan un idioma que domino y en el que ya he estado antes, aunque fuera solo en una pequeña partecita y en un grupo guiado, no suena tan emocionante, pero esta es la primera vez que decido aventurarme a conocer una ciudad tan grande yo solita. A mucha gente le extraña que decida viajar sin compañía, pero la verdad es que prefiero hacerlo así. Prefiero hacer todo a mi manera y a mis tiempos, sin estar atada a los planes de nadie más. Desde el momento que regresé a México de mi primer viaje a Nueva York he buscado la excusa para regresar, y ahora la tengo. Digamos que este viaje es un regalo de cuarto de siglo de mí, para mi. En fin, ya les contaré como resulta mi pequeño experimento...
Cole Keister, 2017. // Unsplash.
Otra de las cosas importantes que me han sucedido, y por la cual me mantuve alejada del blog y me abstuve de escribir por tanto tiempo, es que por una u otra razón cometí el error de escuchar y hacer caso a los comentarios negativos que recibo constantemente sobre mi, ya sabe sobre mi cuerpo, mis decisiones o simplemente cosas que hago, digo o pienso. Decidí, malamente, hacerle caso a toda esa negatividad y dejar que me afectara más de lo que debía. No fue hasta hace unos días que recordé que, por más que la gente diga o calle, ellos no deciden el valor que tengo como persona, ni tampoco qué atributos o defectos mios me dan ese valor, eso lo decido yo.
"...Por más que la gente diga o calle, ellos no deciden el valor que tengo como persona, ni tampoco qué atributos o defectos mios me dan ese valor, eso lo decido yo."
A veces cuesta trabajo ignorar toda esa basura mediática que intenta decirnos que no somos suficiente. Suficientemente flacos, suficientemente altos, suficientemente bonitos, suficientemente inteligentes… En fin, la lista de defectos que podamos encontrar en nosotros mismos probablemente es larguísima, pero siempre hay que recordar que no son estos “defectos” lo que nos definen, y que por cada cosa mala que nos encontremos, habrá al menos una buena que nos hace verdaderamente quienes somos. Nuestras fallas, errores y defectos no nos definen.
Se me viene a la mente esa escena de la película The Help, en la que Aibileen Clark (interpretada por Viola Davis) le repite a Mae Mobley el famoso mantra “You is kind. You is smart. You is important”. Deberíamos aprender a adoptar, y tal vez adaptar, este mantra en nuestras vidas diarias.
Pinterest..
En los últimos tres meses, casi sin darme cuenta, he empezado poco a poco a tumbar las barreras emocionales que por muchísimo tiempo fueron mi guarida. Lo que antes era mi zona de confort y sentía yo como mi safety blanket, hoy entiendo que era totalmente absurdo. Hoy me atrevo a más que antes, me siento mejor que hace meses. Tal vez no son cambios gigantes o muy notorios para el resto, pero yo los siento y me doy cuenta de mi evolución.
Digamos que este mes ha sido un mes importante. Igual que el año pasado, junio ha sido un mes de cambios y decisiones difíciles para mi, aunque a diferencia del año pasado en este caso no se trate de mudarme y dejar de lado mi pasión, sino de todo lo contrario, se trata de retomarla.
Prometo, no sólo a ustedes sino a mi misma, no dejar pasar tanto tiempo entre un post y el otro. Aunque sean cosas pequeñas, pero como dije al principio, escribir es parte fundamental de quien soy, y hace años cometí el error de dejarlo de lado. Prometo no volver a cometer ese error.
Xo,
C.
Good morning, sunshines!
Today is the day I’ve been dreading for weeks, it is finally time to clean out my closet and get rid of things I no longer use (for like the third time this year).I have quite a day ahead of me today… It’s been about three months since I last let myself sit down and just write, and if in being completely honest, it feels nice to do this again. If you guys know me well, you’ll know that writing is a big part of who I am, so having this little writing time before starting with the chaos that is my closet makes me feel a bit more relaxed and prepared for the day’s events.
The inactivity in the past months is mainly due to the fact that I’ve been very childishly avoiding things that I would inevitably have to face when the time came to write again. I’ve gotten quite good at avoiding things and not letting my problems and worries mess up my daily life, but once I go on writing mode, the flood-gates open. Once I sit down and get ready to write, all those doors that are usually lock start opening up and i’m forced to face the chaos that is my thoughts (much like what I’ll be doing later on with my closet).
The last three months have been filled with new experiences and adventures, mostly good. One of these experiences being a fashion event called Diseñando México 32. My city is a small beach city in the north of the country, and not exactly considered a fashion capital in the country, so having an event like this one come here was quite exciting. I’ll get to writing more about the weekend-long event later, but I do wanna share one thing that stood out from the whole thing. DMX32 is organized by a ton of people, but the two main “faces” of the event are Sara Galindo and Johann Mergenthaler. Basically what went down was this: I finally had the balls to go up to Sara Galindo (who for those who don’t know, she’s a mexican fashion entrepreneur and former editor of Elle Magazine México) and introduce myself as a fashion writer. It wasn’t a long conversation, but trusting my gut and introducing myself led to a possible writing job at an important mexican magazine. “I don’t need to read your work, I’ve always thought that the really talented people are the ones who dare to come up to me. Here, call her and ask for a job, I know she’s looking for someone”. Sadly, that particular job didn’t work out (but if it had, I would’ve left everything and moved to CDMX in a heartbeat), but it did provide me the contact of two very influential women in the mexican fashion industry and a new-found confidence in my talent.
The second big thing that’s happened during this period of absence was that I finally planned my trip back to New York. I am proud to say that this is my first trip that I’ll make 100% on my own. No parents, no group of friends, no sister. Yes, i’ve traveled “alone” before, but I’d usually go visit a friend, so things are a bit different this time. Yes, I know that traveling to a place where I speak the language, and where I’ve been before is not exactly a huge adventure but this time it just feels different, and to me at least, that’s what matters. Ever since I set foot back in México two years ago after the NYFW trip, I’ve been looking for the perfect excuse to go back, and well, it looks like I finally have it.
I did say most of the things and events were good, but certainly not all of them are. During the past few months I made the mistake of listening, for one reason or another, to all those negative comments I constantly get. My body, decisions, thoughts, actions and words are constantly being policed by people who might have good intentions, but ultimately do more harm than good with their comments. I decided to listen and believe them for a while, and in doing so I started to lose sight of what I want for myself. It wasn’t until a few days ago when I finally decided to stop listening. I was reminded that no matter what people say, they don’t get to decide my value as a person. Ony I can do that. I’ll admit its hard to ignore at times, all the criticism and media garbage that comes my way and tries to tell me “you’re not enough”. Not skinny enough, not girly enough, not tall enough, not pretty enough, not smart enough, not whatever enough… Its hard to drown out the bad and focus on the good, but its not impossible. If i tried to make a list of all the things I am not enough of, it would be a huge list, but i know that the list of things that I am enough of would be even longer, and that is who I truly am. My mistakes, flaws and imperfections do not define me. I won’t let them define me.
A scene from the movie The Help comes time mind (if you haven’t watched the movie, do yourself a favor and watch it)… Aibileen Clark, played by Viola Davis, keeps repeating this little mantra to young Mae Mobley: “You is kind. You is smart. You is important”. I think we should all adopt, and maybe adapt, this mantra and apply it to our daily lives.
During the past few months, almost without really noticing it, I’ve started to let down the emotional walls that for the longest time have been my fortress. What I thought gave me strength before, my comfort zone and “safety blanket”, is now starting to become more and more ridiculous. I realize now how absurd it is to hide myself and not allow myself to experience new things out of fear of repeating past mistakes. Yeah, maybe these changes aren’t huge and won’t be notorious to other, but I feel them happening and notice my own evolution, and as far as I’m concerned, that’s all that counts.
I guess you could say June has been an important month. Just like last year, June has been a month of change and tough decisions, the only difference being that this time around I’ve decided to start doing what I love again, not abandoning it out of fear.
I promise, mostly to myself, not to let so much time go by between a post and another. Even the small, seemingly meaningless posts bring a little light into my routine, so I promise to find a way to keep doing this, no matter what. Years ago I made the mistake of not writing for a very long period, hoping to spite someone because of it, but In reality I just ended up losing myself. I promise to never make that mistake again…
Xo,
C.