Con tantas cosas que han sucedido en los últimos tres meses, olvidé por completo el blog, y el hecho de que el pasado mes de junio, The Not-So-Simple Life of C cumplió un año. The Not-So-Simple Life of C es mi tercer intento de mantener un blog y, poco a poco y con algo de esfuerzo, he mantenido vivo este blog. Antes de crear The Not-So-Simple Life of C, tuve un Tumblr llamado Cycles, de hecho, mis primeros posts en NSSLOC son los posts originales, en inglés, de mi antiguo Tumblr.
El nombre Cycles, o ciclos, salió a partir del hecho de que todo en la vida es cíclico, cómo dice el dicho, “todo lo que sube tiene que bajar”, y todo lo que empieza, tiene que acabar. Hace casi un mes, tomé la decisión de regresar a Tampico. Después de meses de buscar trabajo en la industria de la moda y, después casi no recibir ofertas (o recibir ofertas realmente muy malas), llegué a la conclusión de que lo mejor para mí en estos momentos es regresar a casa.
Por más que me cueste aceptarlo, no tengo bien en claro todas mis metas aún, y regresar a casa me dará la oportunidad de volver a descubrir qué quiero y de qué soy capaz. Obviamente no quiero dejar mi pasíon de lado. Estar involucrada en el mundo de la moda, por más pequeño que sea mi involucramiento, me hace felíz y, creo que ese es un buen indicio de dónde debo permanecer.
Por desgracia, mi poca experiencia laboral dentro de la moda no fue precisamente agradable o enriquecedora. De igual manera, mi formación académica dejó mucho que desear en el ámbito de los negocios; me faltan muchas de las bases que necesito si algún día quiero tener mi propio negocio.
Es ahí en dónde entra mi actual trabajo. Tomé la decisión de dejar Monterrey, decisión que no fue nada fácil, por cierto, para regresar a casa y trabajar con mi papá. Sí, a muchos podrá sonarles como la típica historia de un junior, que acaba la universidad y va a trabajar con papá, pero al menos yo, no creo que esa sea mi situación.
Decidí aceptar el trabajo, ya que en verdad fue la mejor oferta que recibí en seis meses (y no, no solo me refiero a lo económico). Trabajar en Llanera me permitirá abrir mi panorama y aprender cosas que probablemente nadie dentro de la industria de la moda en México esté dispuesto a enseñarme.
Dejé Monterrey después de 5 años, después de pensar que mi presente y mi futuro estaban ahí, entre el Cerro de la Silla y Chipinque. Mis 5 años en la sultana del norte fueron de los mejores de mi vida. Conocí a 5 de mis 6 mejores amigas, tuve la oportunidad de vivir sola, viajar sola, hacer lo que me daba la gana... Durante esos cinco años no solo conocí gente a la que quiero muchísimo, sino que me conocí a mi misma de una manera que no me hubiera sido posible en cualquier otro lugar. Salí de Monterrey con veintitántas cajas llenas de cosas, recuerdos y experiencias que no hubiera tenido aquí en Tampico.
Llegué a Tampico, con esas mismas veintitantas cajas, sabiendo que, aunque en mis planes no está quedarme aquí mucho más tiempo, la experiencia me dice que uno nunca sabe qué pasará en 5 años.
Ahora lo que me queda es aprender lo más que pueda, tomar lo que me sirve e ignorar lo que no necesito. Me queda no olvidar por qué regresé, pero tampoco por qué me fuí de aquí hace 5 años.
Xo,
-C.