Ahora es momento de hablar de las pasarelas que más me gustaron y llamaron mi atención de Paris Fashion Week. PFW fue la última de las cuatro semanas de la moda más importante, concluyendo así el llamado "mes de la moda".
Christian Dior:
Aunque presenta un toque actual y moderno, esta colección hace referencia al propio ADN de la marca. Los abrigos y piezas tejidas fueron el centro de atención. Las prendas con mink, una de las tendencias más fuertes, también tuvieron presencia, al igual que prendas off-shoulder y los cuellos altos. Los colores dominantes fueron el blanco, gris, negro y el oxblood.
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Loewe:
Esta temporada, Loewe presentó una colección que parece una armadura de street-style. Faldas con dobladillos tipo pañuelo, prendas plisadas, bordes sin coser o terminaciones (¡ya ven, maestros, si Loewe lo hace no puede estar tan mal!) y mangas de cota de malla fueron los elementos que más resaltaron de esta colección. Con colores tierra y toques metálicos, cada una de las prendas y accesorios de esta colección hacen notar que la mujer Loewe de esta temporada es una mujer segura de si misma, lista para enfrentar los problemas del día a día.
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Balmain:
Olivier Rousteing, ¡adóptame, por favor! Como cada temporada desde que Rousteing se convirtió en director creativo de la marca, esta colección no decepciona. Empezando por el styling, el cual incluyó pelucas rubias y castañas. Esto por sí solo no suena como gran cosa, pero la manera en que cambiaron el look de las modelos fue impresionante. Como siempre, las prendas diseñadas por Rousteing no son para nadie que use algo más grande que una talla 4, pero eso no significa que sus creaciones no sean bellísimas.
Las botas altas de gamuza y los tacones con hebillas me robaron el corazón en cuanto los vi. Los colores súper románticos (y que además son los colores del año: rosa pálido y azul bebé) me encantaron. Mi look favorito fue un vestido de flecos rosa (había otros muy parecidos en blanco y azul) y cualquier look que tuviera encaje y olanes.
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Valentino:
Valentino es una de mis marcas favoritas de todos los tiempos. No me importa si en algún punto deciden hacer sacos de papas con cintos de piedra, voy a seguir amando a Maria Grazia Chiuri y a Pierpaolo Piccioli (así como amé Valentino Garavani antes que a ellos). Esta colección está inspirada en el baile, específicamente en el ballet. Creo que el sueño de muchas niñas chiquitas es ser bailarina o ser princesa, y esta colección de Valentino logra combinar ambas de manera perfecta.
El ballet, como casi todo en la vida, es una balanza de la parte “bonita” y la parte “oscura” (así como en Black Swan) y la transición entre estas dos a lo largo el tiempo. Los looks de esta colección logran expresar esos dos lados y esa transición de una manera perfecta. Los elementos que más resaltan son las faldas de piel, las flats con cadenas, los tutús con abrigos encina, los tops y vestidos con cuello U y tirantes delgaditos y los listones de seda. Además, el típico look de bailarina saliendo de clase, leggings debajo de un tutú o una falda, no pudo faltar. La colección tuvo 82 looks en pasarela, y cada uno me enamoró más que el anterior
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Chanel:
Estar en front row en un desfile es más que solo sentarte hasta enfrente. Es un símbolo de estatus y poder dentro del mundo de la moda. Es algo que todos los que hemos asistido a un desfile queremos, sentarnos en primera fila y tener la mejor vista de la pasarela (y que todos los demás te ven sentado ahí tampoco está nada mal). En esta ocasión Chanel, (otra de mis marcas favoritas de todos los tiempos) brindó a todos los asistentes al desfile esa experiencia de primera fila. La pasarela de 600 metros de largo tenía una sola fila de sillas a lo largo, permitiendo a todos los asistentes sentirse VIP (aunque, si estás en un desfile de Chanel, probablemente ya eres VIP, independientemente de en dónde te sientes). Este formato de pasarela permitió presentar la colección de una manera muy similar a cómo lo hacía Madame Chanel en los años 50. Fue un evento con aires de nostalgia, en una época en la que existe mucho debate sobre los formatos actuales de las semanas de la moda y las temporadas que presentan.
Bueno, ahora sí, hablemos de la ropa. Esta colección fue algo así como Chanel para las nuevas generaciones, ya que tuvo una súper influencia del streetwear (obvio, muy al estilo de la casa de moda francesa). Las prendas de la colección tuvieron un feel mucho más urbano y práctico: gabardinas y prendas waterproof, mezclilla, prints enormes de Choupette (el gato de Karl Lagerfeld) con camelias y emojis escondidos. Los colores como el fucsia, rosa, mostaza, rojo y obviamente el blanco y negro fueron los que más destacaron.
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Xo,
-C.