top of page
Foto del escritorCes Heredia

La re-evolución de Barbie


Desde su primera aparición en marzo de 1959, Barbie se ha caracterizado no solo por ser uno de los íconos de belleza por excelencia, sino también por su constante búsqueda de romper esquemas y estereotipos. (Aquí habrá quienes piensen que al contrario, Barbie ha promovido estos estereotipos, pero bueno, cada quién su opinión, ¿no?) Esta muñeca ha pasado por toda carrera imaginable, desde doctora, maestra, astronauta hasta presidenta. Ha sido vestida por algunos de los diseñadores más reconocidos en la industria de la moda y ha marcado la infancia de innumerables niñas que corrían al área de juguetes para ver las barbies cada que la llevaban a Walmart (si, estoy hablando de mi).

A pesar de ser un ícono del Girl Power y de promover esa actitud de "sé lo que quieras ser", Barbie ha transmitido el mismo mensaje sobre estándares de belleza desde su inicio: puedes ser lo que quieras ser, siempre y cuando seas alta, rubia, de ojos claros, tengas medidas corporales inhumanas y uses tacones todo el tiempo. Para ser honesta, nunca noté (al menos no de manera consciente) que este estándar de belleza me afectara, hasta que hace algunos años me di cuenta, que casi todas las barbies que tenía de chica eran rubias, y casi todos mis figurines en la universidad tenían cabello rubio.

En una época en la que se vive una revolución tan cañona sobre los estándares de belleza absurdos y anticuados con los que hemos venido cargando por años, era ridículo que Mattel y Barbie no caminaran hacia esta nueva definición de belleza mucho más incluyente.

La re-evolución de las muñecas Barbie empezó a mediados del año pasado, cuando Mattel introdujo al mercado la primera línea de muñecas con pies planos (además de introducir nuevos tonos de piel, peinados y rasgos faciales). Por más tonto que suene este cambio, fue todo un acierto para la compañía de juguetes y para la icónica muñeca, ya que esta nueva línea representaba de una mejor manera el Girl Power de hoy en día.

Luego vino el ya famoso anuncio de la edición limitada de muñecas Moschino Barbie, en el cual un niño (súper simpático, por cierto) sale jugando con la muñeca junto con otras dos niñas. Este comercial, aunque no era precisamente de Barbie, sino de una edición limitada para la marca italiana, fue otro gran paso hacia una marca mucho más incluyente, demostrando que Barbie es un juguete que tiene appeal tanto para niñas como para niños, y que no hay nada malo con eso.

De ahí, saltamos a enero de este año, cuando Mattel lanzó al mercado la nueva línea de muñecas Barbie. Esta línea no solo incluye a la tradicional barbie con medidas inhumanas, sino que también incluye tres nuevas muñecas: Tall Barbie, que como su nombre lo dice es más alta que la original; Petite Barbie, que es más chaparrita que la original y por último, Curvy Barbie, que es una barbie más “rellenita” que la original (aunque siendo realistas, la versión Curvy se parece más al estándar de una mujer real, pero bueno, algo es algo).

La aceptación del público hacia esta nueva línea de muñecas ha sido tremendamente positiva, ya que además de los tres nuevos tipos de cuerpo, las muñecas ahora presentan aún más tonos de piel distintos y más rasgos étnicos, permitiendo así que muchísimas más niñas se sientan identificadas con sus Barbies.

Mi amor por Barbie nunca murió, y la verdad si no fueran tan caras (tengo un presupuesto limitado, ¿recuerdan?), probablemente aún compraría las versiones de colección. Estas nuevas muñecas solo hacen que mi amor por la marca crezca. Algún día les compraré a mis hijas barbies que ya no requerirán el nombre “curvy” “tall” o “petite”.

Obviamente, a Barbie le falta un largo camino por andar, pero esta nueva colección sirve como indicador de que la muñeca va por muy buen camino.

Xo,

C.

(Fotos cortesía de Mattel)

12 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page