He tenido bastante abandonado mi blog estos días y todo el culpa de mi tésis. Salvo los posts semanales de los viernes (Fashion Film Fridays) y domingos (Weekly Favorites), no he pelado mucho y debería dedicarle un poco más de tiempo. La tésis me trae loca, al fin empezamos a diseñar y siento súper raro sabiendo que esta es mi última colección como estudiante de diseño.
Ayer tuve mi primera asesoría de colección, y ver los bocetos de Michelle y míos extendidos en la mesa del T01 me causó un sentimiento muy extraño: entre felicidad y nervio.
Digo, faltan 88 días para mi examen profesional. Me quedan 88 días de estudiante de universidad. De esos 88, solo me quedan como 70 para entregar la tésis entera. Si, se puede decir que estaré un poco ocupada y estresada durante las próximas semanas.
Estos días he estado pensando mucho en como he cambiado mi punto de vista sobre muchas cosas y de como he evolucionado como diseñadora. Se me hace un poco irónico y hasta cierto punto algo padre, que aquel 28 de mayo empezó mi tiempo en CEDIM presentando uniformes para McDonald´s, y que en unos meses terminaré mi tiempo en esta universidad presentando un proyecto que incluya uniformes para U Yich Lu’um.
Hace unos días leí un artículo de WGSN sobre las no-sé-cuantas cosas que un aspirante a diseñador de modas debe saber antes de entrar a la escuela. Una de ellas en especial llamó mucho mi atención ya que es una con la que me sentí súper identificada. Básicamente, decía que todos entramos a la universidad pensando que 4 años después seremos el próximo Alexander McQueen o la próxima Coco Chanel. Literal, me sentí identificada. Cuando entré a la universidad pensaba que sería la Chanel mexicana, que yo era un súper talento y que por el simple hecho de estar aquí ya todo se daría por sí solo, y que equivocada estaba…
Después de casi 4 años y medio, me he dado cuenta que para nada quiero ser como Coco Chanel. Si, la mujer fue una persona sumamente importante en la moda. Marcó la historia de tal manera que lo que ella pensó hoy en día sigue vigente. Chanel entendía a la mujer moderna de una manera que nadie más lo hacía en su tiempo. Supo ver que los tiempos en los que las mujeres usaban apretados corsés, faldas incómodas y cero prácticas y los días en que los sombreros enormes y súper decorados dejarían de usarse estaban próximos a su fin. La mujer era un genio de la moda, pero como persona era un verdadero asco. Entre usar a sus adinerados “amigos”, abandonar a sus hermanos aún cuando ella ya era famosa y rica, y ser simpatizante Nazi, su vida personal no era nada de admirarse. Digo, al fin y al cabo la mujer murió sola. En el Ritz, pero sola.
Durante mi tiempo en la universidad me he dado cuenta que no quiero ser como ninguno de los “grandes”. Quiero ser yo misma. Me dedique a diseñar y tener mi propia marca o no, quiero ser yo misma como persona y como diseñadora. Obviamente todos tenemos influencias de otros diseñadores, pero no quiero ser copia de nadie. Prefiero que me compren 3 vestidos que son completamente míos, de principio a fin, que me compren 300, de los cuales hasta el boceto es una copia mal hecha de un Rachel Roy.
Quiero entender a mis clientes, o a mis lectores, según sea el caso. Quiero comprender como funciona la mente de la gente que va a comprar mis prendas o leer mis artículos (o mi libro…)
Alguna vez pensé en diseñar para marcas de híper masa, de esas que venden su ropa en Walmart o Soriana. Ya sé que muchísimos de mis compañeros se van a poner de snobs y van a pensar que como puedo pensar así, pero neta, ahí está la lana. No todo el país es clase media, media-alta y muchísima gente compra su ropa en el súper. Esa es una idea que no descarto, ya que pienso que todos tenemos derecho a sentirnos bien con lo que usamos, independientemente de nuestra posición socioeconómica.
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I’ve had this thing kind of abandoned for a few days, and its all my thesis’ fault. Other than the weekly posts on Fridays (Fashion Film Friday) and Sundays (Weekly favorites) i haven’t really payed this as much attention as I should. Thesis has me going a little crazy, we’re finally starting to design our last collection as students and with designing this last collection comes a very weird feeling. Yesterday I had mi first real design advisory session and we went over Michelle’s and my sketches. Seeing all the sketches spread out on a table like that gave me this weird feeling of excitement and nervousness.
I mean, i have 88 days before my professional exam. 88 days left of being a student. Of course, of those 88, I only have 70 days to turn in the whole, complete thesis. Yeah, I guess you could say I’ll be a bit (a lot, actually) stressed and way over my head with things to do in the next few weeks.
I’ve also been thinking a lot about how much I’ve changed these past 4 and a half years, not only as a person, but as a designer. I think its a little ironic how I started this whole journey that 28th of May by presenting a project that revolved around uniforms and my last project will include uniforms as well.
A few days ago I read this article on WGSN about the things that all aspiring fashion students think before they actually enroll in fashion school. One of the especially stuck with me. It was the one that said that most, of not all, aspiring fashion students start school thinking they will be the next Alexander McQueen or Coco Chanel. I felt so identified with that specific point on the list, because I too was one of those who thought I’d be the mexican Coco Chanel. We all start school thinking we’re the most talented person ever, and that the mere fact that we made it to fashion school means that we have it made. Oh, how wrong I was…
4 and a half years later, I’ve realized that I don’t want to be like Coco at all. I mean, yes, the woman was extremely important in fashion history. She shook the fashion world in such a way that her ideas are still valid nowadays. Chanel understood the modern woman. She was smart enough to realize that the days where women wore tight corsets, uncomfortable skirts and huge, impractical hats would soon be over.
The woman was a true fashion genius, but as a person she was far from admirable. From using her wealthy “friends” and sleeping her way around to gain social status and contacts, abandoning her siblings, even when she was already well off and rich, to being a Nazi supporter, the woman’s actions and personal life were far from admirable. I mean, the woman died alone, after all. In the Ritz, but alone.
During my time in fashion school, I’ve realized I don’t ever want to be like any of the “big ones”.I want to be myself, as a person, designer and writer. Wether I end up designing for my own brand or not, I want to be my own person and designer, with my very own point of view. We obviously all have influences from other designers, but I refuse to be a copy of someone else. I rather people buy 3 dresses that are completely mine fro start to finish, than they buying 300 dresses where even the sketch is a copy of Rachel Roy’s stuff.
I want to understand my clients, or my readers. I want to understand how their minds work. Not long ago i considered designing for the brands that sell their clothes at supermarkets like Walmart, hyper-mass-market brands that allow me to reach way more people than the usual high-end stuff that most of my classmates would go for. I’m pretty sure that most of those said classmates will go all snob-mode on me, thinking that I’m crazy for wanting to target people other than middle class girls or upper-middle class girls, but honestly, that’s where the money really is. Very, very few people have a high income and would be willing to spend large amounts of money on high-end clothes. Designing cheap, mega-mass-market is an option I definitely won’t rule out; we all deserve to feel comfortable and amazing with the clothes we wear, despite our social or economic status.
Xo,
-C.