Me faltan 5 meses más para ser licenciada. Adiós escuela (al menos por un tiempo), adiós verano, adiós días de flojera, hola adultez.
Durante los próximos 5 meses voy a estar bajo la mayor cantidad de estrés que he tenido durante toda mi vida y eso ya es decir bastante. Me estoy preparando mentalmente para no dormir y vivir de café y Red Bull (Rojo, si estás leyendo eso, caete con unos cuantos RBs).
No me malentiendan, me encanta mi proyecto. De verdad creo que Alessandra hiso la desición correcta al asignarme este proyecto porque estoy verdaderamente enamorada de él. He descubierto muchísimas cosas sobre mí y mis gustos dentro de mi carrera, he conocido gente con la que estaba en la misma generación pero con la que jamás hablé. Mis sanahcatos queridos son mi nueva familia CEDIM y a muchos los he llegado a querer mil veces más que a varias de mi misma carrera con las que conviví 3 años y medio. Jamás me imaginé terminar llevarme en plan de amiga/o con un maestro (bueno, asesor de tésis), ni hablando o llevandome tan bien con niñas que pensé que eran pesadísimas. Me la paso atacada de la risa en el salón, y cuando no veo a mi team como que los extraño. En serio nunca pensé que la palabra "taxi" pudiera ser tan graciosa.
U Yich Lu'um, el proyecto y la ONG, me han enseñado que verdaderamente todos podemos poner nuestro granito de arena, que aunque parezca insignificante el esfuerzo de uno solo, cuando se juntan 15, 20 o 30 personas con el mimso ideal se puede llegar lejísimos. He aprendido que mi México es chingón. Obviamente tenemos problemas como país y estamos plagados de corrupción, pero ese es un cuento para otro momento. México tiene muchísima riqueza que no vemos o que no queremos ver. Tenemos una herencia cultural padrísima, llena de historias y tradiciones que fácil la mitad del mundo quisiera tener. Los diseñadores europeos (¡Sí, tú, Isabel Marant!) copian los diseños y textiles indígenas, los turistas de todo el mundo pagan muchísimo dinero por venir a ver nuestro país, los gringos, europeos y asiáticos aman nuestra gastronomía. El mundo entero sabe quién es México y sabe lo valioso que es culturalmente y nosotros los mexicanos, que lo tenemos aquí cerquita, aquí bajo nuestros piecitos, lo ignoramos y soñamos con viajar al otro lado del mundo.
Me podría quedar toda la mañana escribiendo, pero tengo todavía mil pendientes más que arreglar aquí en Tampico antes de regresar a Mty en la noche...
Until next time.
-C.