La lencería es algo que ha sido parte del guardarropa femenino desde hace años. No solo eso, desde sus inicios, la existencia de estas piezas ha causado escándalo y fascinación tanto por las mujeres que la usan como por los que llegan a verla puesta.
Si bien es cierto que la “ropa interior” es considerada tabú y mucha gente aún cree que debe ser escondida a toda costa (¡Uy! No se te va a ver el tirante del bra…) también es cierto que desde hace cientos de años los seres humanos se sienten atraídos hacia este tipo de piezas. En el siglo 18, las mujeres de la realeza francesa pasaban sus mañanas en sus cuartos en ropa interior, mientras los miembros de la corte las veían vestirse (o desvestirse en las noches).
Foto de la colección de FIT Museum.
Como absolutamente todo en la industria de la moda, lo que hoy vemos en muchísimas marcas de lencería está inspirado en el pasado: los camisones con transparencias aparecieron en los 1900, principalmente para las novias que por primera vez pasarían una noche con sus nuevos maridos; los bras y bralettes transparentes que hoy conocemos existen gracias a la lencería “invisible” de Rudi Gernreich en 1965 (esto fue un resultado de la liberación sexual femenina de los años 60, ¡yay feminismo!). Los bodysuits de encaje, ultra-femeninos surgen en la década de los 80, cuando las mujeres usaban ropa híper masculina en sus vidas diarias. Optaban por utilizar ropa interior súper femenina, como recordatorio constante de que sí se puede tener y serlo todo al mismo tiempo, Badass Boss Lady y ultra femenina.
Marcas como La Perla, fundada en 1954, y Victoria’s Secret, fundada en 1977, se han dedicado a llevar a las masas lencería sexy y sofisticada. Las Pin-up Girls de los años 50 fueron importantísimas en el proceso de normalizar la lencería y quitar un poco el tabú.
La lencería empezó siendo algo creado por hombres, para que las mujeres nos viéramos como a ellos les gustaba (¿Qué? ¿Ustedes realmente creen que las mujeres de los 1700 usaban aquellos cortes por el puro gusto de tener sus intestinos apachurrados?). Hoy en día, la lencería es algo que las mujeres usamos porque queremos, porque nos hace sentir bonitas, sexys y bien con nuestros cuerpos. Hoy en día usamos, y presumimos, nuestra lencería porque podemos.
Pin-up girls de los años 50 // Foto de la colección de FIT Museum.
Existen muchísimas opciones para comprar lencería, desde las ya mencionadas VS y La Perla, hasta marcas de fast fashion como H&M, pero como lo de hoy es promover el comercio local y consumir lo hecho en México, por qué no buscar alternativas 100% mexicanas.Después de hacer una pequeña investigación sobre marcas mexicanas, encontré estas cuatro, que les comparto aquí abajo.
Esta marca tuvo sus inicios en 2009, inspirada precisamente en México, su cultura, belleza, encanto, misticismo y magia. Las colecciones que esta marca presenta reflejan la unión de la simplicidad y la delicadeza, de lo natural y lo efímero.
Se define como “botanical lingerie”, ya que usan tintes naturales y bordado, dándole a la marca un aire artesanal natural. Esta marca y sus colecciones están inspiradas en el amor, los sueños y el deseo de cada mujer de ser la protagonista principal de su historia. Además, es una marca que apoya el movimiento body-positive y de empoderamiento femenino.
Inside Out es una empresa de Guadalajara, que crea lencería con personalidad seductora y atrevida y busca ofrecer productos de la mayor calidad. Lo que esta marca busca es promover el uso de lencería como accesorio, con uso interior y exterior de la prendas, esto con el motivo de realzar la belleza de la mujer de una manera cómoda y natural.
Otro de los factores clave que hacen de esta marca tan padre es que crea piezas que muestren el cuerpo de una manera sutil, sin llegar a lo vulgar o agresivo y que hagan entender a las mujeres que no necesitan modificar la apariencia de su cuerpo, sino embellecerlo y sentirse cómodas con él.
Otra cosa que me encantó de Inside Out es que hacen prendas a medida, y si como yo, batallan para encontrar prendas bonitas en su talla, esta es una opción buenísima.
Hanker es una marca mexicana de lencería hecha a mano. Su principal objetivo es hacer que quien use sus prendas se sienta sexy y atractiva, o como la marca lo describe, “hot AF”. Entre las piezas que puedes encontrar hay bodysuits, bralettes, sports bras y panties. Además, igual que Inside Out, las prendas son 100% customizables y hechas a la medida.
Como pueden ver, la lencería mexicana no sólo es accesible y de calidad, tampoco le pide nada a las marcas internacionales que tanta fama tienen. Démosle una oportunidad a lo hecho en México, y presumamos sus productos, sus diseños y nuestra lencería 100% mexicana.
Xo,
C.