Si leyeron mis últimos dos posts, probablemente se dieron cuenta que este mes me he dedicado a escribir sobre estilo personal y tendencias. Como va empezando el año (si, sigo con el rollo de “año nuevo, ideas nuevas”) decidí intentar algo diferente. Los temas relacionados a moda y estilo de hombres rara vez son tocados o explicados. Por desgracias seguimos viviendo en una sociedad que en automático relaciona la moda y el buen vestir con lo femenino y las mujeres. Es por eso que de ahora en adelante intentaré hacer al menos una publicación mensual relacionada a moda para hombres. Desde tendencias en sus prendas (no siempre son las mismas que para nosotras), y noticias hasta pequeñas “guías de estilo”.
A lo que me refiero con guías de estilo no es a que hay una manera correcta o incorrecta de vestirnos, cada quién usa lo que le hace sentir cómodo y bien consigo mismo. Más bien las guías de estilo que intentaré publicar son una serie de consejos y ayudas visuales, que pueden servir como herramientas para ayudar a quien las vea a presentar la mejor versión posible de su estilo personal, sea este andar en traje todos los días o andar en cargo shorts por la vida.
En esta ocasión decidí explicar un poco el tema de los trajes, en parte porque son una tendencia fuertísima este año, pero también porque hay pocas cosas tan atractivas como un hombre en un traje que le queda perfecto.
Empezaré por el explicar un poco la diferencia entre los trajes off-the-rack, o fast fashion, y aquellos que son hechos a la medida, o con procesos más “artesanales” y tradicionales.
Claro está que los trajes de marcas como Zara, así como toda la ropa del modelo fast-fashion, te sacan de un apuro. También está de más mencionar que estos trajes se ajustan al presupuesto de una enorme parte de la población, mucho más que los trajes de marcas más reconocidas o trajes hechos a la medida.
Obviamente la calidad de estos nunca se comparará con la de los trajes “caros”, no solo por el prestigio que trae el hecho de usar equis marca europea famosa, sino por la calidad. Desde el patronaje, los materiales y su fabricación hasta el servicio al cliente y experiencia que se vive al comprarlos.
Mi recomendación en ambos casos, es ajustar el traje (sea de $2,000 o de $20,000) a tu cuerpo. La manera más sencilla de verte bien es usando prendas que te queden bien. Alguna vez uno de mis maestros en la universidad de dijo algo como “el fit lo es todo”, y vaya razón que tenía.
Hablando de fit, hay 7 puntos clave a tomar en cuenta cuando compras un traje. El más importante de ellos, y del que depende en gran parte el éxito o fracaso de tu traje, es que te asegures de que la costura del hombro, o el final de la hombrera, termine justo donde termina tu hombro. Suena hasta tonto decirlo, pero es sorprendente la cantidad de gente que compra sacos más grandes o pequeños por no tomar en cuenta este detalle. Al contrario de los demás detalles de un traje: largo de mangas, largo de bastilla, colocación de botones y largo del pantalón, los hombros son la parte más difícil de arreglar en un traje, por lo que es sumamente importante que busques que este sea el detalle decisivo al comprar un traje nuevo.
El fit lo es todo.
-Edgar Morejón.
Hoy en día ya no es común ver muchos trajes con tres botones, la tendencia en tiempos recientes es que tenga solo dos. Aún así, la “regla de tres” (no, no me refiero a la que aprendiste en clase de matemáticas) aplica de una manera similar. El botón de arriba puede o no ir cerrado, es decisión personal. El segundo botón siempre va cerrado, a menos que te vayas a cenar, en ese caso si abrelo. El tercero, en caso de que tu saco lo tenga nunca va cerrado.
Existen diferentes tipos de zapato. Contrario a lo que varios de mis amigos piensan, “zapatos de vestir” no es un tipo de zapato, para su desgracia (o para su suerte, depende de como lo vean) existen varios tipos de zapatos que pueden ser usados como calzado formal o “de vestir”. Los mencionados aquí son solo algunos de los más populares, que por cierto también pueden ser utilizados en un contexto más casual.
Por último, creo que no está de más explicar los símbolos de las etiquetas de lavado, que la mayoría ignoramos por no entender su significado. Créanme, esas etiquetas no están ahí solo para incomodarnos, al contrario, están ahí para decirnos exactamente cómo cuidar nuestras prendas y sacarles el mayor provecho posible. La verdad es que entender la mayoría es relativamente fácil, y te salvará de sacar tu ropa de la lavadora y darte cuenta de que se encogió y despintó.
Es bien fácil, el símbolo que parece una tina con agua te dice cómo lavar tu ropa (temperatura y modo de lavado). El símbolo en forma de triangulo te dice si puedes o no usar blanqueador y detergente con esa prenda. El símbolo en forma de cuadrado te dice cómo debes secar tu prenda: a máquina, en seco, o al aire libre. Por último, el símbolo en forma de plancha te dice si puedes o no planchar tu prenda.
Xo,
C.